
América Latina y el Caribe destinan menos del 1 % en inversión para reducción del riesgo de desastres
La inversión de América Latina y el Caribe en reducción de riesgos de desastres (RRD) es muy baja: solo el 0,92% de la ayuda al desarrollo y el 4% del financiamiento climático se destinan a esta área. A pesar de que los desastres son cada vez más frecuentes y devastadores, con pérdidas económicas de más de $58,000 millones anuales, la falta de inversión y coordinación dificulta la prevención y resiliencia.
El informe de la ONU (RAR24) destaca la necesidad de integrar criterios de RRD en el financiamiento para el desarrollo, sugiriendo el uso de herramientas como mapas de riesgos y análisis de costo-beneficio. Además, resalta que el 53% de las pérdidas económicas globales por desastres ocurren en la región y que la baja inversión es un desafío importante para la prevención.
La discusión cala como una antesala pertinente, y favorable, para la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en Sevilla (España) del 30 de junio al 3 de julio de este año.
El informe revela que las pérdidas económicas en la región, debido a desastres, se estiman en más de $ 58.000 millones anuales solo en infraestructura, sin considerar pérdidas directas o indirectas en áreas como trabajo, educación y salud. Los sectores de mayor riesgo son los de energía, infraestructura vial y telecomunicaciones.
En ese contexto, la baja inversión es un desafío para los países para atender necesidades de prevención y resiliencia. Se recomienda fortalecer la gobernanza, mejorar la conexión con los sistemas de alerta temprana y fomentar la resiliencia comunitaria, así como incentivar las inversiones privadas para abordar este problema.