
China como socio clave en América Latina: Implicaciones para Chile
China ha intensificado su presencia en América Latina en los últimos años, consolidándose como uno de los principales socios comerciales de la región. Este impulso se refleja especialmente en el ámbito marítimo, con inversiones en más de 40 puertos de América Latina y el Caribe, lo que fortalece las conexiones comerciales globales de China. Para Chile, esta creciente relación presenta múltiples oportunidades, sobre todo en el comercio y la inversión.
Chile y China: Una relación sólida de comercio e inversión
Chile ha mantenido una relación comercial estrecha con China, siendo este último el principal socio comercial de Chile desde hace más de una década. Según los últimos datos del Servicio Nacional de Aduanas, China lideró tanto como destino de las exportaciones chilenas como en origen de las importaciones. Entre enero y diciembre de 2024, las ventas al gigante asiático alcanzaron los US$ 37.996 millones, lo que representó un aumento del 5,7% respecto al año anterior y un 37,3% del total de los envíos chilenos. Estados Unidos se posicionó como el segundo socio comercial con exportaciones por US$ 16.360 millones (16,1%), seguido de Japón, Brasil y Corea del Sur.
Inversiones y cooperación en infraestructura
La relación entre China y Chile no solo se limita al comercio de bienes, sino también a la inversión y cooperación en infraestructura. China ha comenzado a participar en proyectos estratégicos en Chile, en especial en áreas como la construcción de puertos, carreteras y redes de telecomunicaciones. La expansión de puertos chilenos es clave para mantener la competitividad del país en el comercio internacional. El puerto de Valparaíso, por ejemplo, ha visto inversiones chinas en sus instalaciones para mejorar su conectividad marítima con Asia.
Perspectivas futuras
Se espera que la relación entre Chile y China siga fortaleciéndole en los próximos años. La creciente demanda china de productos agrícolas y recursos naturales, junto con las oportunidades de inversión en infraestructura, brindan a Chile un panorama favorable para continuar su expansión económica. No obstante, también se presentan desafíos, como la necesidad de diversificar aún más sus exportaciones para evitar la dependencia excesiva de un solo sector.