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Desafíos Frente A Una Sociedad Longeva: Expertos Llaman A Rediseñar Políticas Públicas Y Urbanas

Desafíos frente a una sociedad longeva: Expertos llaman a rediseñar políticas públicas y urbanas

Desafíos frente a una sociedad longeva: Expertos llaman a rediseñar políticas públicas y urbanas

Chile está envejeciendo, y lo hace a un ritmo cada vez más acelerado. Así lo confirma el Censo 2024, cuyos resultados mostraron que el 14% de la población tiene 65 años o más, mientras que los menores de 14 años representan solo el 17,7%. Es un giro demográfico que marca un antes y un después en la estructura etaria del país.

El fenómeno no es nuevo, pero su aceleración obliga a reexaminar con urgencia los marcos de política pública, las prioridades presupuestarias y las formas en que se organizan nuestras ciudades y servicios. Este escenario desafía la manera en que se diseña la salud, pensiones, transporte público, espacios públi hcos, vivienda y atención de largo plazo.

Un fenómeno global

Este cambio no es exclusivo de Chile. Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para el año 2050 cerca del 18,9% de la población latinoamericana tendrá más de 65 años, el doble del porcentaje actual. Países como Uruguay, Costa Rica, Argentina y Cuba ya han comenzado a experimentar presiones similares sobre sus sistemas de salud y pensiones.

A nivel internacional, Japón lidera el fenómeno de envejecimiento poblacional: más del 29% de su población tiene más de 65 años. En Alemania, un estudio proyecta que para 2040 más del 9% tendrá más de 80 años, lo que ha impulsado reformas en salud y vivienda intergeneracional. En España, el 21,8% de la población ya supera los 65 años, superando por 3,2 millones a los menores de 18, lo que ha obligado a repensar desde el diseño urbano hasta el sistema educativo.

Más allá del Estado: un ecosistema de cuidados cotidianos

Desde la Escuela de Gobierno Latam, se advierte que la respuesta a este desafío debe ser integral. No basta con una mayor inversión pública en salud o pensiones, sino que se requiere una visión de largo plazo que abarque múltiples dimensiones de la vida cotidiana.

“Es imperativo que nuestras ciudades y servicios se adapten a una población que envejece. No se trata solo de políticas estatales, sino de fomentar entornos cotidianos más amables para los mayores. El mercado también debe responder a esta realidad, ofreciendo soluciones que mejoren la calidad de vida de nuestros adultos mayores”, plantea Domingo Soto, director de Escuela de Gobierno Latam.

Este enfoque implica, por ejemplo, promover entornos urbanos caminables, con mobiliario accesible, comercio de cercanía, sistemas de transporte amigables, y tecnologías que acompañen la autonomía de las personas mayores. También supone fomentar un ecosistema económico que innove en productos, servicios financieros y tecnologías pensadas para la longevidad: desde seguros de dependencia hasta plataformas de asistencia y redes de cuidados compartidos.

Frente a este desafío demográfico, Chile tiene una oportunidad de aprender de los países que ya enfrentan las consecuencias de una población envejecida, para anticiparse con reformas y políticas de Estado que trasciendan los ciclos electorales.

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